¿Te apetecería quedar para tomar el té de las cinco en buena compañía, con un libro en la mano o fumando una pipa? Si te parece una idea acertada, espera a que te contemos cómo es la habitación donde nos servirán ese té.
Estamos, por supuesto, en una casa de estilo inglés o british. Estas casas inglesas, con un aire aristocrático e influencias victorianas y góticas, parecen muy recargadas, con multitud elementos decorativos y muebles, pero, una vez dentro, son espacios muy acogedores que nos invitan a charlar con quien esté a nuestro lado y a leer también, a leer mucho. El inglés es un estilo que se acerca mucho a la decoración clásica y se compone de tantos elementos que lo definen que ni siquiera sabemos por donde empezar.
Cuando entramos por la puerta, nos damos cuenta de que la madera es el material predominante, desde las vigas de madera de roble o cerezo que en ocasiones se dejan a la vista, hasta la biblioteca o la mesita donde tomaremos el té. Predominan los tonos chocolate y, una vez en el salón, podremos observar que las paredes, si no están pintadas en color un verde, marrón o rojizo, estarán empapeladas con motivos florales o estampados y estarán llenas de cuadros de retratos o animales, sobretodo perros y caballos. Podremos sentarnos a hablar sobre el frío o la niebla de esta mañana en un sofá Chester, con respaldo bajo y brazos curvos, y, cuando nos traigan el té, nos mudaremos a la mesita que está en frente de la ventana y desde donde, con solo estirar un brazo, podremos coger algún libro de la biblioteca o ver que nuevo destino nos propone el globo terráqueo que hay en alguna de las estanterías.
Las luces de estas casas son casi siempre cálidas, suaves e indirectas, y predominan las lámparas de araña o candelabros. También encontraremos espejos con bonitos marcos y nos podremos calentar al lado de la chimenea que nunca falta en este tipo de decoración.
En la cocina, rodeados también de madera, la vajilla de porcelana estará a la vista y la acompañarán cubiertos de plata muy cuidados y tazas de té antiguas. La comida se hará siempre en una cocina de gas y, cuando nos sirvan, de primero, uno de los mejores «Fish and Chips» que hayamos probado y, de postre, un delicioso «Cherry pie and Custard», lo único en lo que podremos pensar será en cuándo será la próxima visita.
En los dormitorios, las camas serán de madera y tendrán impresionantes cabeceros de madera también o metal pintado de color negro. No faltarán el escritorio o el tocador y, en las mesitas de noche, jarrones con flores, y las cortinas tendrás estampados parecidos al empapelado del salón. Los baños serán, como no, de estilo clásico y no tendrán muebles empotrados o bañeras muy modernas; lo que se lleva es la bañera de estilo antiguo cuyas patas y grifos la convertirán en el centro de atención. Las paredes del baño serán verdes también o azules y los suelos de toda la casa, en general, si no tienen moqueta beige serán parquets laminados, de colores oscuros.
Colchas, cortinas, papel pintado, jarrones, butacas, tableros de ajedrez, bandejas de plata, relojes… que no falte nada, pues el estilo British pide a gritos muchos accesorios.
Si eres un fanático de todo lo inglés, te prometemos que acertarás con este estilo y todo el que entre en tu casa sentirá que, de repente, ha viajado en este país. Y si la información que te hemos proporcionado en este artículo te ha parecido poca, te descubrimos el Perfect English, el libro de Ros Shawn que te dará los últimos detalles para ser un londinense en toda regla.
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