Por fin es miércoles y es hora de volver a hablar de colores.
No somos pocos los que alguna vez hemos pensado que el gris es un color aburrido, monótono y triste, y tampoco son pocos los dichos que lo definen como tal. Hace ya un tiempo, nosotros hemos descubierto que eso no es del todo cierto y nos hemos propuesto hoy hacerte cambiar de opinión a ti también para que puedas descubrir todas las posibilidades que tu casa puede ofrecerte.
El gris es un color neutro que aporta elegancia y sofisticación a todo lo que toca. Por supuesto que un sofá gris en medio de un gran salón con paredes blancas nos va a transmitir frialdad y una sensación de rechazo, pero no estamos aquí para hablar de sofás grises. El gris, como todos los demás colores, nos ofrece una gran gama de tonalidades y es un color que combina a la perfección con el blanco. Juntos, el gris y el blanco, hacen que los espacios parezcan más amplios y luminosos, y nos envuelven en una inmensa armonía.
Y, ¿qué te parecería combinarlo con el rosa o el coral? Éstos destacarían así sobre todos los demás colores de la habitación, aportándole gracia, calidez y juventud. Combinado con el amarillo hace que éste cobre vida y se transforme en el punto de más interés de la habitación, y con el verde, tu casa parecerá parte de la naturaleza. Si te gustan todas las posibles combinaciones de gris y otro color, te sugerimos probar una combinación de tres colores, el blanco y el gris para tus paredes y otros colores para los elementos decorativos de la habitación; puedes optar por cojines rosa para el dormitorio de una niña, sábanas marrones para un tranquilo dormitorio principal, cuadros azules para un salón moderno o marrones oscuros para conseguir un efecto rústico.
Recomendamos grises oscuros, sin llegar a abusar de ellos, para hacer resaltar otros colores fuertes, creando contrastes perfectos. Y en caso de que nuestra casa necesite un toque de calidez, lo mejor es optar por grises claros o cálidos.
Este color hace su trabajo como ninguno en las casas de estilo industrial, nórdico o en las modernas, logrando transmitirnos todo aquello que deben transmitir estos tres estilos decorativos. Así mismo, es perfecto para decorar dormitorios y salas de estar 
porque logra contagiarnos tranquilidad en los momentos de descanso y nos permite pasar buenos ratos en compañía de los que nos visitan porque no es un color agobiante ni vibrante.
Si lo pensamos bien, el gris es un color que nos ofrece infinitas posibilidades debido a su capacidad de mezclarse con los otros colores aportando a cada uno justo lo que le falta y debido a la amplia gama de tonalidades que tiene: lobo, pizarra, visón, perla, ártico… ¿A que ahora apetece más verlo todo, o al menos alguna pared, gris en casa?
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